Moisés R. Cárdenas Chacón
Hay animales a la vista que desean
rasguñarnos mordernos
acabarnos devorarnos
destrozar nuestros sueños.
Hay animales feroces que acechan
las plantas las flores
las aves los árboles
desean aniquilar todo.
Hay animales sin sentimientos
claro, por alguna razón son animales.
El lector de estos versos,
creerá que hablo de seres de cuatro patas,
rastreros, voladores o marinos.
No tengo resentimiento
con la naturaleza animal, no hablo de esos seres.
Hablo de animales que yacen en los edificios públicos
en las ciudades, en los gobiernos,
en las calles, en las canchas.
Todos con ironía desgastan las energías
de insectos, sapos, murciélagos
y cualquier bicho inocente dando vuelta.
De ahí, de transformarse en lobo
mirar la luna y olfatear a los animales de dos patas,
que poseen cabezas deformes y mentes cazadoras.
Hay que aullar entonces, para ser fuerte
hay que aullar.
aullar.