Por Indira Ríos
(Honduras)
En un taburete donde la carcoma está sentada
los rayos crepusculares alumbran pieles anémicas
y la opulencia de supermercados escupe sobre platos
que reciben un raquítico tiempo al día.
A manera de tragedia griega que no es ficción
una anciana que es residente de los bulevares sin techo
revuelve la basura de un Burguer King
que tiene un pacto para eludir los impuestos
que aparecerán con tarifa aumentada
para quienes toman todas las mañanas
la ruta urbana donde el hacinamiento dice buenos días.
Mientras la ley es un peón
que defiende al patrón
la jornada laboral es multiplicada por dos
las planillas de salarios tachan las horas extras
y la ilusión de concreto hace una cópula funesta
con la esclavitud.
Sobre kilómetros de la esteparia carretera
aflora una solitaria planta que una maceta rescató,
aún se escucha la ansiedad de la tierra
que jamás volvió a sonrojarse con las caricias
del astro que le acompaña en sus giras.
Girando hacia cualquier punto
el libre comercio deporta a Pedro
y una herrumbrosa bicicleta donde vende baleadas
no encuentra espacio en tierra que fue su cuna
gracias a tentáculos foráneos que emprenden asquerosas cruzadas.
Excelente poema! muestra la realidad de las personas trabajadoras y los patronos de centroamerica