Por Juan Papasidero
Nuestro norte es el sur
el sur de los platos rotos
de las promesas altoparlantes
del ancla en el sueño
del corazón izado a media asta
el sur de las suturas
de los remedios caseros
de los gualichos con ojos al mejor
de las macumbas con que cuidarnos
protegernos de nosotros mismos
la mirada desorbitada
ese deseo nuestro de salirnos
como fugándonos del continente que somos
nuestro norte es el sur
el sur de las esperanzas mal empuñadas
de las banderas en el ropero de la indiferencia
de las ollas vacías en que buceamos
como buscando la miga nuestra de cada día
el pedacito de fuerza con que empujarnos
y darnos cuerda al motor de país que queremos
de patria que buscamos como a un hijo perdido
aplaudiendo como extraños en una playa de derrotas / al sur
al sur de nuestro norte que nos mira
y se quiebra en su apetito de esclavos que le fuimos
de colonia libre asociada
de inmigrantes que ya no quiere
porque venimos de una selva guerrillera
de plantaciones en realismo mágico
de una Patagonia rebelde
y somos indios
sudacas narcotraficantes
terroristas en potencia
la última resistencia bolchevique
la peor paria de su omnívoro lujo
los judíos nuevos del holocausto viejo.