Lhyzt Amézquita
A las 6:22 de la tarde, un joven yace en la acera con el corazón roto en la mano.
Ojos, pensamientos y cuerpos inmóviles lo rodean.
Su sangre cruza la calle, la autopista, el mundo.
Mancha al médico, al maestro y al presidente.
Mancha tu casa y mancha la mía.
No hay preguntas, no hay culpables.
¡HAY MISERIA!