Ana Cristina Bracho
I
Rompe la hoja que lees
antes que te rompa
la palabra.
Antes que descubras
que hace tiempo
que me he muerto,
pero he tenido
mucha pereza
de anunciarlo.
II
Pelear contra la tristeza,
contra la que genera tropezar
con sueños abandonados,
con vividores de esperanzas,
con anacrónicos inquisidores.
Reconocer la tristeza como arma,
como manera de inducir el desahucio,
como manera de doblegar el alma.
Pelear, decirle cada noche:
Hoy tampoco me he rendido.
III
Para la alegría,
una patria;
para la patria,
un papel.
Para un papel,
una ventana
donde volverte a ver.
Para la ventana,
una casa;
para la casa, una ley.
Para la ley, una causa;
para la causa,
una ventana
en donde te vuelva a ver.
Para amarte,
la esperanza;
para la esperanza,
no hay cártel.
Sólo mi mano
que es contrato,
y tus ojos
mi juez.
Para los sueños,
un preámbulo
que nos cuente
qué hay que hacer.
Que lo que dijo
Bolívar hay que ver
cómo es que es.
Pa’ la esperanza,
una calle
donde te sostendré
cuando escribas
con mi nombre
el futuro
que te daré.