Por Édgar G. Velázquez
El tiempo volaba de sus palabras
como pájaros negros,
se deshacían en el aire como voces y polvo.
Sus cuerdas bucales fueron cortadas.
Nadie nos avisó.
Nos abrazamos en un lecho navío,
inventamos nuevas lenguas.
Nos hicimos distintos.
Me lastimé a ti.
Se deshizo tu voz,
tus cuerdas bucales,
como voces y polvo,
te nublaste,
y nosotros fueron ellos,
y nosotros somos ellos,
y ellos son ellos.
Se dicen a sí mismos,
que todo es mentira,
que la voz es la misma,
que se encima en sus cuerpos como el polvo.
Pero todo es mentira,
el tiempo voló de sus palabras
y como pájaros negros
se deshicieron en voces y polvo.
